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La Ley de Copropiedad Inmobiliaria 21.442, promulgada en Chile el 27 de abril de 2022, marca un hito en la regulación de la convivencia y administración de las comunidades de edificios y condominios. Este nuevo marco legal no solo actualiza las disposiciones existentes, sino que también subraya la necesidad de profesionalizar las empresas encargadas de la administración de estos inmuebles, un aspecto clave para garantizar una gestión eficiente y transparente.
Profesionalización de las Empresas de Administración
Uno de los elementos centrales de la Ley 21.442 es la exigencia de que los administradores de edificios y condominios se registren en un Registro Nacional de Administradores. Esta medida busca elevar los estándares del sector, asegurando que las personas o empresas que gestionan las comunidades cuenten con la capacitación y competencias necesarias para desempeñar sus funciones de manera efectiva. La profesionalización de la administración no solo aporta un mayor nivel de seguridad y confianza entre los copropietarios, sino que también facilita la implementación de buenas prácticas en la gestión de los recursos y áreas comunes.
Además, la ley promueve la transparencia en la administración de los edificios, obligando a los administradores a rendir cuentas de manera periódica y a mantener a los copropietarios informados sobre el estado financiero y operativo de la comunidad. Esto reduce el riesgo de malas gestiones y asegura que los recursos se utilicen de manera adecuada y en beneficio de todos los residentes.
Implicaciones de una Administración Profesional
La profesionalización de las empresas de administración de edificios tiene un impacto directo en la calidad de vida de los copropietarios y residentes de los edificios y condominios. Un administrador bien capacitado y registrado no solo se encarga de la gestión cotidiana de las instalaciones, sino que también juega un papel crucial en la prevención de conflictos, la planificación de mantenimientos y mejoras, y la toma de decisiones estratégicas que afectan a la comunidad en su conjunto.
La Ley 21.442 también facilita la participación de los copropietarios en las decisiones comunitarias, permitiendo la realización de asambleas de manera presencial, remota o mixta. Este enfoque inclusivo refuerza la importancia de tener administradores que no solo sean competentes en la gestión técnica, sino también en la comunicación efectiva y en la mediación de intereses diversos.
En resumen, la Ley de Copropiedad Inmobiliaria 21.442 no solo moderniza la normativa existente, sino que pone un énfasis crucial en la profesionalización de las empresas de administración de edificios. Al establecer requisitos claros para los administradores y promover la transparencia, esta ley contribuye a una gestión más eficiente, segura y participativa de las comunidades de copropietarios en Chile. La profesionalización de la administración es, sin duda, un pilar fundamental para lograr una convivencia armónica y una gestión óptima de los bienes comunes.